La lectura de los organismos y agentes sociales que
han aceptado su participación en el CLIS pone en ridículo a Alfa y
pone en ridículo al gobierno regional cántabro
A Alfa, porque tras semanas de intenso trabajo y
reiteradas llamadas a todo el que tiene una asociación en veinte kilómetros
a la redonda, su recuento se reduce a los representantes de dos
ayuntamientos de los siete u ocho afectados, una Junta Vecinal de
entre varias docenas, la asociación de padres, el colegio y la
asociación de la tercera edad de Mataporquera, representantes de su
propio comité de empresa y por último sus ahora socios Fundeac,
fundación empresarial aguilarense implicada en los proyectos de tóxicos
de Barruelo
Es decir, Alfa ha demostrado poder de convocatoria,
o poder simplemente, en Mataporquera, donde viene siendo la dueña y
señora desde hace décadas. Fuera de allí, las ausencias son
clamorosas y si en algún momento pretendieron que los agentes
sociales de la comarca iban a dar cobertura a su maniobra de
propaganda, su CLIS ha quedado tan depauperado que da lástima verlo
En cuanto al gobierno regional cántabro, es
inadmisible que participe en esta mascarada. Los cauces de información
y participación ciudadana en las decisiones administrativas están ya
sobradamente regulados por la Ley y no pasan por estos engendros
ideados por la patronal de la industria cementera. Si la administración
regional quiere informar y oír las inquietudes de los agentes
sociales de la comarca, algo muy loable, debe hacerlo fuera de un CLIS
constituido por y para Alfa, que se reúne en las instalaciones de
Alfa y que está dirigido por un técnico en comunicación a sueldo de
Oficemen. Cantabria cuenta con una Comisión consultiva en materia de
medio ambiente donde están representados todos lo agentes sociales y
económicos y éste es el único ámbito legitimo para realizar estas
funciones.
Pedimos a la administración cántabra que se
retire de este comité que no tiene acomodo legal ni representatividad
social alguna. Para oír la voz de la comarca, el gobierno cántabro
no debe entrar en los montajes de Alfa sino escuchar el clamor de la
población en todos los ayuntamientos afectados de Cantabria y de
Palencia.
Los casi setenta colectivos, organismos, empresas,
etc que se han adherido ya a la campaña en contra de la incineración
de residuos en Alfa sí que son una muestra clara de quién representa
aquí la opinión de la sociedad de la comarca:
Ver
listado de adhesiones
23 de marzo de 2004. CCSA